domingo, 9 de marzo de 2014

Las Casas Bailly

La casa Bailly o finca “El Grajal”, está localizada en San Pedro de Nós, A Coruña, en uno de los márgenes la N-VI.
Fue construida entre 1920 y 1924 por los arquitectos Antonio Tenreiro y Peregrín Estellés para su propietario Julio López Bailly.
Los Bailly eran una familia gallega acomodada que poseía varias fábricas en Argentina, descendientes de un soldado de Napoleón. Residentes en Madrid, decidieron construir esta casa, concebida en principio como hotel y utilizada finalmente como lugar de veraneo.

De marcada tendencia modernista europea, poseía dos cuerpos simétricos, divididos en dos alturas de planta casi cuadrada, buhardilla y sótano. Tenía 22 habitaciones y se contaba con diez personas de servicio,para dar mantenimiento a todas las habitaciones, jardines y cuadra que poseía. La extensión total de la finca era de unos 30000 m2.
Los suelos de la primera planta estaban cubiertos de lujosos e increibles mosaicos y los de la segunda eran de madera.
Al estallar la guerra civil los Bailley se marcharon porque “eran rojos y masones” y su propiedad fue incautada. La Falange se hizo dueña de la casa y sus sótanos se utilizaron para retener a presos republicanos, de los que aún hoy se pueden observar inscripciones que dejaron grabadas en las paredes.
Posteriormente, el inmueble fue utilizado como escuela de mandos del Movimiento y a partir de 1951 fue utilizada por el Sindicato Vertical.
En 1969 las casas ardieron como consecuencia de un cigarrillo mal apagado.
Mas tarde la casa fue utilizada como escuela mixta de productores, hasta que los cursos pasaron a la antigua Universidad Laboral y las casas se cerraron.



Actualmente pertenece al Ayuntamiento de Cambre, que la ha dejado en el mas absoluto abandono hasta ahora, aunque parece que tienen en mente su rehabilitación inmediata según noticias de los últimos días.
Patrimonio podría colaborar en esa recuperación con una aportación económica aunque la rehabilitación conllevaría un gasto muy elevado. Los primeros pasos serian la limpieza de la vegetación y los árboles que han crecido dentro de las mansiones, evitar que se reproduzcan, vallar la zona definitivamente y realizar un inventario de los restos hallados, desde frisos a mosaicos o molduras.


 En la actualidad las plantas bajas están destrozadas, no se puede acceder a la primera planta, no existen ventanas y el techo ha desaparecido, pero aún quedan parte de los azulejos y mosaicos que adornaban las estancias y la estructura del jardín de invierno, una plataforma que servía de división entre las dos mansiones.



En estas fotos se aprecia el grado de ruina en el que se encuentra el edificio




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