Exposición: este es el primer paso. Se produce por el efecto inmediato de la exposición sobre el material. Se forman átomos de plata metálica dentro de cada cristal de haluro. El efecto no es visible, las manchas de plata actuaran como centros en el posterior revelado.
Comienza el revelado: la fenidona (conocido agente revelador fabricado por Ilford, no produce tantos problemas en la piel) e hidroquinina (sustancia de textura pulverulenta, de aspecto cristalino y color blanco) donan electrones a los centros de la imagen latente favoreciendo así la formación de más plata, hasta que todo el cristal se convierte en plata metálica negra. Las altas luces comienzan a aparecer.
Se completa el revelado: los medios tonos y las sombras van apareciendo. El proceso se detiene cuando ha pasado el tiempo recomendado. La película se lava ligeramente o se pasa a un baño de paro de acético (parecido al componente del vinagre).
Fijado: la película sigue siendo sensible a la luz.Se sumerge en la solución fijadora de hiposulfitos que transforman los haluros no revelados en sales incoloros. Pasado el tiempo recomendado, la película se puede ver a la luz blanca.
Lavado: no ejerce efecto visible, pero es importante porque se deben eliminar todos los químicos de la película para que la imagen sea permanente. El lavado se puede hacer con agua corriente.
Secado: después de lavarla se cuelga para secar. Es importante que el secado sea uniforme y en atmósfera libre de polvo. Para ello conviene empapar la película en una agente humectador (1 gota de lavaplatos). Se puede eliminar el exceso de agua con los dedos húmedos.
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